sábado, 13 de octubre de 2012

EL LOBO CALUMNIADO








¿ Cuántas veces  nos hemos puesto en el lugar de los demás ? Cuando somos niños, pues la verdad que muy pocas veces,  por lo menos yo y aunque me quede muy lejos la niñez, todavía lo recuerdo, sobre todo a mi madre para hacerme pensar en los demás.

En los 8 años que ya tienen nuestros hijos, ya empezamos a ver cómo ellos se intentan poner, en  ocasiones, en la piel de compañeros o amigos que ven que no es justo lo que les está pasando y eso hay que alabarlo y potenciarlo.

Aquí os dejo este cuento que nos hace reflexionar y de paso ver el sitio de donde está sacado, que me parece genial http://www.rayuela.org/granitos-de-arena.html

La historia es un poco  larga ( eso me ha dicho mi hijo) y les puede parecer infantil (que también me lo ha dicho)  ¡¡ claro con tanto Inazuma, Pokémon y Monster High...!! pero es muy interesante, y puede ser la lectura de los 15 minutos diarios que nuestra seño Ángeles nos recomienda. Nos hace pensar  a los mayores sobre la educación que le damos a nuestros hijos. ¡¡¡ Ah, y sobre todo fijaos en la abuela del cuento !!!

Comienza así...

 


El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo limpio y ordenado. Cuando... Un día soleado mientras yo estaba recogiendo la basura dejada por unos excursionistas, sentí pasos. Me escondí detrás de un árbol y ví venir a una niña vestida en forma muy divertida, toda de rosa y con su cabeza cubierta, como si no quisiera que la vieran.
Naturalmente, me puse a investigar. Le pregunté quien era, a dónde iba, de dónde venía, etc. Ella me dijo, cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo.
Me pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque y ciertamente parecía sospechosa con esa ropa tan extraña.


Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el bosque sin anunciarse antes y vestida en forma tan extraña. Le dejé seguir su camino, pero corrí a la casa de su abuelita.
Cuando llegué, vi a una simpática viejita y le expliqué el problema y ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección. La viejita estuvo de acuerdo en permanecer oculta hasta que yo la llamara. Y se escondió debajo de la cama.

Cuando llegó la niña, la invité a entrar al dormitorio donde estaba acostado, vestido con la ropa de la abuelita. La niña llegó sonrojada y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran para oírla mejor.

Me gustaba la niña y trataba de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca de mis ojos salidos. Ustedes comprenderán que empecé a sentirme mal; la niña tenía una bonita apariencia, pero era muy antipática. Sin embargo, seguí la política de poner la otra mejilla, y le dije que mis ojos me ayudaban a verla mejor.

Su siguiente insulto sí que me encolerizó. Siempre he tenido problemas con mis dientes tan grandes, pero esa niña hizo un comentario muy desagradable. Sé que debía haberme controlado, pero salté de la cama y le gruñí enseñándole mis dientes y le dije que eran grandes para comerla mejor.

Ahora seamos serios; ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el mundo lo sabe, pero esa niña loca empezó a correr alrededor de la habitación gritando, y yo también corría detrás de ella tratando de calmarla. Como tenía puesta la ropa de la abuelita, me la saqué, pero fue peor.

De repente la puerta se abrió y apareció un leñador con un hacha enorme. Yo le miré y comprendí que corría peligro, así que salté por la ventana y escapé.

Me gustaría decirles que éste es el final de la historia, pero, desgraciadamente no es así, pues la abuelita jamás contó mi parte de la historia. Y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la voz de que yo era un lobo malo. Y todo el mundo empezó a evitarme.
No he vuelto a saber nada de esa pequeña niña antipática y vestida en forma tan rara, pero yo nunca más pude  contar mi historia . . .

   Pensando un poco:
   a) ¿Qué te parece esta historia? ¿Qué sensaciones has tenido? ¿Cómo crees que se sentía el lobo? ¿Cómo crees que se sentía Caperucita?
   b) ¿Quién tiene miedo al lobo feroz? ¿Pensáis que el lobo es más agresivo que otros animales?
   ¿Tenéis miedo a alguna otra cosa? ¿A qué cosas tenéis miedo?
   c) ¿Os gusta obedecer? ¿Cómo obedecéis? ¿Pensáis que hay que obedecer siempre? ¿En algún momento os habéis sentido con la necesidad de desobedecer?
   d) ¿Cuáles eran tus sentimientos hacia el Lobo en la Caperucita Roja, antes de haber oído este cuento?
   e) Ahora que escuchaste la historia del Lobo, ¿cómo te sientes respecto a él?
   f) ¿Cuáles eran tus sentimientos respecto a Caperucita Roja antes de oír este cuento?
   g) ¿Qué piensas ahora de Caperucita Roja?
   h) ¿Ha existido en tu vida una situación en que has pensado de una manera y has cambiado de opinión al escuchar el punto de vista de la otra persona?
   i) ¿Qué has aprendido de esta historia y de su discusión?

Quiero añadir una pregunta más ¿Lo hizo bien la abuela?  Yo pienso que no, que debería de haber corregido a su nieta y haber defendido al lobo... Y me comprometo a no ser como ella.

¿Qué os parece a vosotros?

2 comentarios:

  1. Hola soy Iván y quiero saludar a todos mis amigos.

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  2. Hola yo también saludo a mis amigos y a Iván. Soy su hermano de 5º, y me gusta mucho este blog.

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